Durante más de 10.000 años jamás las estructuras sociales crearon alguna facilidad para la verdad (o para las mujeres en sus igualdades). Ahora, de un forma totalmente objetiva, la cultura -repletamente llena de los intereses creados de los poderosos y de los corruptos que viven a costa del pueblo- de ninguna manera va a permitir el acceso de la gente a la verdad.
De una manera infinitamente generalizada en ningún país de integrismo islámico los poderes van a facilitar que se hable de verdad: de los derechos humanos de las mujeres, de la libertad o dignidad del ser homosexual, etc.
O sea, hay países en donde de una forma objetiva, generalizadamente está prohibida la verdad.miércoles, 5 de noviembre de 2014
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