miércoles, 19 de noviembre de 2014

Si no proteges a la verdad y a quien lucha por ella -con lo que supone de dificultad en sus continuos esfuerzos racionales-, sí, vas protegiendo a lo que siempre ha destruido, a las sinrazones y a las injusticias.
Si te dejas engañar, ya -con esa carga de engaños que tienes dentro- no estás capacitado para dar ejemplaridad ni ética. La apariencia o las influencias que tengas, el poder que tengas o la formación que tengas no son válidas.

1 comentario:

José Repiso Moyano dijo...

Si te dejas engañar, ya -con esa carga de engaños que tienes dentro- no estás capacitado para dar ejemplaridad ni ética. La apariencia o las influencias que tengas, el poder que tengas o la formación que tengas no son válidas.